01/02/2004
Cuando nos adentramos en el bosque por la comarca del Maresme, en Barcelona, en zonas no excesivamente arboladas, es fácil acabar pinchado por este arbusto. Los Ulex tienen además la propiedad de no acabar de tener claro cuándo están ya secos. Me explico: tanto las ramas como los mismas flores, cuando se han secado, permanecen en la planta, tercamente, como si quisieran seguir dando porte y color a la planta de donde han crecido. Eso si, a pesar de secas, siguen pinchando.
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