12/05/2018
Una gramínea discreta. Crece como un suave plumerillo, sin gran altura, agrupados varios ejemplares todo lo que les es posible, como si la timidez les obligara a ello. Sus hojas, escasas, se desarrollan no alejándose mucho de la caña, abrazadas en su base por una lígula corta pero fuerte. La espiga, de tacto suave, dando razón a su nombre vulgar, se muestra enhiesta al extremo de la caña, dejando sobresalir levemente los estambres para dar un ligero toque de color. Crece en terrenos soleados, sin exigirle demasiado a los suelos que puebla, contribuyendo a tapizarlos junto a otras plantas que comparten hábitat.
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