05/07/2016
Se trata de una especie invasora, originaria de la provincia de El Cabo, en Sudáfrica y que ha colonizado lugares tan distintos como California, Japón, Australia o Andalucía. El origen de todo ello está en que se ha plantado muchas veces pos su capacidad de tapizar frondosamente suelos difícilmente cultivables, pero desatendiendo su gran capacidad de proliferar fuera de las zonas ajardinadas. Estos casos siempre abren debates sobre si se las debe respetar o arrancar, o si finalmente se les debe considerar plantas propias del lugar (en este caso hay citas desde el siglo XVIII). Para mi todo depende de lo dañinas que sean para el resto de especies, y en este caso esta planta tiene varias características que la hacen un competidor temible: son capaces de extenderse por el terreno a base de estolones, y pueden reproducirse tanto de forma vegetativa como por semillas que pueden resistir sin germinar hasta 6 años en el medio natural.
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