16/07/2007
Cuando se camina por la Sierra de Gredos uno acaba habituado a ver los piornos florecidos, dando color a esa maraña retorcida de leña que es su estructura, moteando el verde de las hojas. Pero de repente nos puede llamar la atención un pariente cercano, con flores mucho más tupidas, formando densas manchas de color amarillo que quieren ganar protagonismo sobre los mucho más numerosos piornos. Esta especie presenta en la citada sierra una subespecie endémica, la Echinospartum barnadesii barnadesii que es la que tuve el privilegio de fotografiar. A mi personalmente me encanta el cambiante colorido de las flores a medida que van marchitando, las cuales no quieren abandonar la planta, como si pretendiesen no dañar el compacto conjunto que forman todas ellas.
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