24/03/2019
La elegancia de esta planta es visible en todo su esplendor cuando florece, mostrando sus inflorescencias de pétalos blancos cruzados por marcadas lineas verdes, cuyas flores oscilan colgadas sobre el inconfundible tallo, de sección triangular e inconfundible aroma a ajo. Conserva su frescura mientras florece ya que lo hace a finales del invierno, como queriendo anunciar la inminente primavera. Este ajete es capaz de soportar moderadas heladas para que, una vez el frío no es tan hiriente alzarse con una mezcla de orgullo, con sus hojas y tallos enhiestos, y recato, con sus flores inclinadas, postrándose humildemente.
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