09/05/2017
En mi humilde opinión el esplendor de esta planta se alcanza al fructificar. En ese momento la inflorescencia se torna en una forma globulosa, reticulada, de una gran belleza. Pero todo en ella es de gran sutileza, las hojas de tres foliolos, como en el resto de los tréboles, perfectamente definidas con su dentado casi perfecto. Y las flores, bastante discretas, que no permanecen mucho tiempo sin marchitar, dando colorido a la masa de hierbas. Su frescura le hace sumamente apetecible para los herbívoros y por este motivo se planta en prados de diente, garantizando el agradecimiento del ganado al aprovecharse de su elevado valor proteico.
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