22/04/2006
Esta delicada flor crece en lugares umbríos y frescos, generalmente a cierta altura, sin llegar a los 2000 metros, huyendo del sol como si su fragilidad la obligara a crecer en el entorno más fresco posible. Es una planta muy parecida a la Arabis auriculata, pero sin tanta vellosidad. En ambos casos las hojas abrazan el tallo de forma característica, formando su base una especie de orejillas.
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