10/08/2007
A pesar de ser Agosto, aquella mañana, a casi 2000 metros de altitud, hacía frío. Por eso nos fuimos donde el sol comenzaba a calentar y donde esta planta, que los lugareños llaman "cebollinos", parecía agradecer el calor que se avecinaba. Me llamó la atención como las flores se disponían muy juntas a mostrar sus pétalos puntiagudos, dando a la inflorescencia un aspecto casi artificial, como de papel intensamente aromatizado.
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